Saber cómo limpiar la férula dental es esencial para mantenrla en buen estado y por más tiempo.
Se pueden utilizar varias soluciones para su limpieza.
La primera y más común es cepillarse con un cepillo de cerdas suaves y utilizar una pasta de dientes no abrasiva, para no arriesgarse a dañar la forma de la mordida.
En cualquier caso, es mejor evitar el uso de agua demasiado caliente, que podría deformar la estructura.
Otro remedio es el jabón neutro, o el jabón de Marsella en escamas, que permite lavar la férula con suavidad y no estropearla. Aquí también podemos ayudar con un cepillo de dientes de cerdas suaves.
Se recomienda tener un cepillo de dientes para la limpieza de la férula y otro para la propia higiene bucal en casa.
También hay aparatos especiales, en los que se puede poner la férula y mediante una tecnología especial se limpia.
También se pueden comprar en el mercado pastillas para disolver en agua, en las que se empapa la placa para limpiarla.
A este respecto, se desaconseja encarecidamente sumergir la placa en amuchina, descalcificador y sustancias similares. De hecho, estos comprometerían la resina.
Si quieres eliminar la placa que inevitablemente se crea, simplemente deja la férula sumergida en una solución de 50% de agua y 50% de vinagre blanco. Es muy importante que el vinagre sea blanco y no de vino tinto, ya que este último mancharía la tablilla.
Sustancias y prácticas que deben evitarse en el mantenimiento de las férulas
La férula debe mantenerse siempre limpia, y no saber cómo limpiar la férula dental puede convertirla en un caldo de cultivo de gérmenes y bacterias que comprometerían la salud de la cavidad bucal.
Por lo tanto, debe limpiarse a diario, antes de llevarlo y después de quitárselo.
La resina de la que está hecha es un material que puede permanecer en la boca durante muchas horas y también resistir el rechinar de dientes debido al bruxismo. Sin duda es un material duradero, pero que debe guardarse con cuidado.
Por eso hay que evitar su uso:
- Cepillos de dientes u otros instrumentos con cerdas excesivamente duras;
- Sustancias demasiado ácidas o corrosivas;
- Herramientas no diseñadas para la limpieza de la férula, como lavavajillas y similares.
La mordida es un dispositivo dental de gran apoyo para quienes sufren de bruxismo o ronquidos. Si cree que puede ser adecuado para usted, reserve una visita sin compromiso a nuestra clínica Dental Huellin.